Willians De Jesús Salvador
Con la apertura de la embajada de Cuba en Washington el 20 de julio del 2015, se inicia una nueva era en las relaciones de Cuba y EE.UU. tras 54 años de ruptura diplomática.
El canciller cubano, Bruno Rodríguez, encabezó la ceremonia de inauguración de la sede diplomática y el Secretario de Estado norteamericano John Kerry, le corresponde ir a La Habana el 14 de agosto para inaugurar la sede estadounidense.
Aunque la Guerra Fría había terminado con la caída del muro de Berlín 9 de noviembre del año 1989, es un cuarto de siglo después que se levantan las hostilidades entre EE.UU y Cuba, que no habían superado sus diferencias bilaterales, la pequeña isla del Caribe mantiene su régimen comunista surgido producto de una revolución el 1º de enero del año 1959.
Desde el año 1961 la bandera cubana -una estrella blanca sobre fondo rojo junto a franjas azules y blancas- no ondeaba en los aires de Washington, seguimos la histórica ceremonia transmitida vía satélite de CNN, la cual se llevó a cabo en el edificio que desde 1977 acogía la Sección de Intereses de Cuba, con la interpretación del himno de Cuba, finalizaba el último reducto de la Guerra Fría a nivel mundial.
Fidel Alejandro Castro Ruz, líder de la revolución cubana, quien se ha caracterizado por sus discursos anti imperialistas y sus reflexiones sobre la necesidad de profundizar la revolución, ha mantenido silencio antes, durante y después de rubricado los protocolos de entendimiento entre el presidente de Estados Unidos Barack Obama y el presidente de Cuba Raúl Castro.
Podemos asegurar que el silencio es sabio de Fidel, líder del movimiento que se inició el 25 de noviembre de 1956 cuando zarpó de Tuxpan, estado de Veracruz, México, el yate Granma, con 82 guerrilleros del Movimiento 26 de Julio, para enfrentarse a un ejercito de 80,000 soldados cubanos.
El silencio de Fidel no significa que esté ausente del proceso actual, lo entenderá como producto de la dialéctica y como precisa- Mario Sarmiento: «No toda distancia es ausencia, ni todo silencio es olvido». Haciendo acopio del silencio desvirtúa los enemigos del proceso de reconciliación y pone a salvo el histórico y transcendente acuerdo, y aleja el protocolo de entendimiento de las intrigas.
Fidel uno de los más grandes oradores políticos del siglo XX, según sus apologistas: «La oratoria de Fidel Castro va marcando cada uno de los momentos más importantes del triunfo de la Revolución Cubana en adelante, para una mejor comprensión histórica la podemos analizar desde 1959-1975, de 1975-1989 y de 1989 hasta la actualidad.»
Fidel Castro en sus «Reflexiones de Fidel», nos permite percibir su visión de la conjugación del presente y la historia, observa y analiza el devenir de los acontecimientos según leyes objetivas; el correspondiente desarrollo del pensamiento siguiendo un proceso dialéctico; y la consiguiente acción en forma de lucha de clases que reconcilia y une la teoría y la práctica de la Revolución.
Parece que ahora Fidel comprende que la apertura diplomática entre EE.UU y Cuba en el marco del respeto mutuo, permitirá el paso imprescindible de Cuba hacia una economía de mercado e ir insertando a ese país a un mundo globalizado.
Finalmente amigos lectores celebro el triunfo de la diplomacia estadounidense y cubana, lo racional se a puesto por encima de todas las circunstancias que obstaculizan un entendimiento, y hoy recuerdo la histórica visita del papa Juan Pablo II, y que en una crónica magistral recoge la prensa ( El País de España): Juan Pablo II bajó lentamente las escalerillas del avión. Besó la tierra que le ofrecieron en una bandeja cuatro niños cubanos, dos negros y dos blancos. Saludó a Fidel Castro, que acudió al aeropuerto vestido de civil, con corbata y un impecable traje azul oscuro. A esa hora -las cuatro de la tarde en la isla,…el líder cubano conocía, sin duda, las manifestaciones que había realizado el Papa en el avión que le trasladaba a La Habana en favor de «un cambio» de la política norteamericana hacia la isla. Después, a la hora de los discursos, el Papa dijo:
«Que Cuba se abra al mundo con todas sus magníficas posibilidades, y que el mundo se abra a Cuba».
Es importante puntualizar que aquel 22 de enero del año 1998, antes de que su santidad hablara el presidente Fidel Castro había expresado: «Antes morir mil veces que renunciar a nuestras convicciones». Castro se refirió al embargo norteamericano contra Cuba y lo calificó de genocidio con el que se intenta rendir por hambre al pueblo cubano.
El rostro de Fidel se transformó, se hizo mas suave y el ser humano pareció levantar la mirada que se perdía en la multitud de mas de un millón de asistente, y podemos asegurar que este fue el principio de la lucha en firme por el levantamiento del embargo y el reencuentro diplomático entre EE.UU y Cuba. Cuba se inserta a un mundo globalizado. Mientras el último soldado de la Guerra Fría guarda el silencio sabio que aconsejan las circunstancias.